La denominación de origen vinícola de Alicante se divide en dos subzonas: La Marina, en la costa norte alicantina, y Vinalopó, que se extiende hasta los límites con Castilla-La Mancha y la Región de Murcia. Con una extensión de 14.256 hectáreas y 50 bodegas inscritas, esta denominación de origen obtuvo su calificación en el año 1932. Los viñedos se sitúan a una altitud media de 600 metros y los suelos predominantes son calizos, sanos y con poca presencia de materia orgánica. El clima mediterráneo de la región tiende a ser más continental en el interior, con una pluviometría que varía entre los 300 mm en la subzona de Alicante y los 500 mm en la subzona de La Marina.


Aunque los vinos dulces de Alicante son una producción minoritaria, su tradición cultural, su amplia gama y sus características personales los han hecho más famosos que incluso sus vinos tintos tranquilos, que son los más comunes. Esta popularidad se debe, sin duda, al peso de una tradición enológica que ha formado parte durante años de la cultura gastronómica mediterránea de la región. Junto con las almendras, la miel y las frutas frescas y secas, los moscateles han representado una muestra perfecta de una agricultura variada, arraigada en la tradición árabe y casi inalterable durante siglos. Todo ello ha llevado a un perfecto entendimiento entre el hombre y el campo..

Como hemos comentado anteriormente, dentro de la Denominación de Origen Alicante, destacan dos subzonas con características distintivas. Por un lado, está la subzona de La Marina, situada en la costa, donde predomina la variedad de uva moscatel y se elaboran principalmente vinos dulces y blancos. Por otro lado, encontramos la subzona del Alt Vinalopó, donde predomina la variedad monastrell y se destacan los vinos tintos.


Yendo un poco más en detalle, en la subzona de La Marina, los vinos dulces son los protagonistas. Los moscateles, elaborados con la uva moscatel de Alejandría, son reconocidos por su aroma floral y notas dulces. Estos vinos se producen utilizando métodos tradicionales, como la crianza en barricas de roble, y son ideales para acompañar postres y quesos.


En la subzona del Alt Vinalopó, los vinos tintos son los más destacados. La variedad monastrell es la estrella, y se elaboran vinos de gran cuerpo, intensos y con buena estructura. Estos vinos suelen tener notas de frutas maduras, especias y toques balsámicos. Además de los tintos, también se producen vinos blancos frescos y aromáticos en esta subzona.


La ruta del vino en Alicante ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar las bodegas y viñedos de la región, conocer el proceso de elaboración del vino, degustar diferentes variedades y disfrutar de la belleza del paisaje. Algunas bodegas ofrecen visitas guiadas que permiten a los visitantes aprender sobre la historia y la tradición vitivinícola de la zona, así como participar en catas de vinos y maridajes con productos locales.


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